Cómo reparar baterías de autos

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Cómo funciona una batería de auto

Una batería de automóvil es un dispositivo electroquímico que almacena energía eléctrica y la utiliza para arrancar el motor y alimentar los sistemas eléctricos del vehículo. Está compuesta por celdas individuales que contienen electrolitos y placas de plomo. La energía química almacenada en la batería se convierte en energía eléctrica mediante una reacción química dentro de la batería.

Cuando el conductor gira la llave de encendido, la energía almacenada en la batería se transfiere al motor de arranque, lo que hace que este gire y arranque el motor del automóvil. Una vez que el motor está en marcha, el alternador del vehículo comienza a generar energía eléctrica para alimentar los sistemas eléctricos del automóvil y recargar la batería.

La batería del automóvil tiene una clasificación en amperios-hora (Ah), que indica la cantidad de energía que puede almacenar y entregar. Una batería típica de automóvil tiene una clasificación de 12 voltios y alrededor de 50 Ah.

Es importante tener en cuenta que la batería de un automóvil se descarga gradualmente con el tiempo, especialmente si el vehículo no se usa con frecuencia o si se utilizan los sistemas eléctricos del vehículo cuando el motor está apagado. Si la batería se descarga demasiado, el automóvil no arrancará. Para evitar esto, es importante mantener la batería del automóvil cargada y reemplazarla cuando sea necesario.

Por qué se descargan las baterías

Durante la descarga, la solución de electrolitos en la batería se descompone cuando se coloca una carga eléctrica en los terminales. Los iones de sulfato se mueven a las placas negativas, reaccionan con el material activo en la placa y dejan su carga negativa a través de la ionización. Esto produce un flujo de electrones que crea corriente continua (CC) cuando se mueve a través de un dispositivo eléctrico y vuelve a la parte positiva de la batería.

Además, durante la descarga, el sulfato de plomo se deposita en las placas, lo que reduce la producción de amperaje y eventualmente evita que la batería produzca energía. Por lo tanto, la descarga prolongada puede causar sulfatación dañina y reducir la vida útil de la batería.

La carga química invierte este proceso. La energía eléctrica utilizada para cargar una batería se convierte de nuevo en energía eléctrica y se almacena dentro de la batería. Los cargadores de batería, como alternadores y generadores, producen corriente alterna (CA) que se convierte en CC a través de un regulador de voltaje. Esta corriente se utiliza para cargar la batería, lo que hace que los iones de sulfato y de hidrógeno cambien de posición y se almacenen en las placas.

La batería también se auto descarga, lo que significa que pierde energía aunque no esté conectada a nada. La velocidad de la auto descarga depende de la temperatura ambiente y del tipo de batería. En temperaturas superiores a 55 ºC, la auto descarga ocurre de forma más rápida. Por lo tanto, se recomienda cargar la batería aproximadamente una vez al mes para mantener su capacidad lo suficientemente alta como para funcionar en el arrancador, especialmente si el vehículo no se usa con frecuencia.

Cada cuánto se le cambia el ácido a la batería

La frecuencia con la que se debe cambiar el ácido de la batería de un automóvil depende de varios factores, como la calidad de la batería, el clima y el uso que se le dé al vehículo. En general, el ácido de la batería debe cambiarse cada tres o cuatro años, pero en algunos casos puede durar más.

Es importante verificar el nivel de ácido de la batería regularmente, ya que si está bajo puede afectar el rendimiento de la batería y reducir su vida útil. Si el nivel de ácido es bajo, se debe agregar agua destilada a la batería para mantenerlo en el nivel adecuado.

También es importante verificar la batería regularmente en busca de signos de desgaste o daño, como la corrosión de los terminales o la acumulación de suciedad en la parte superior de la batería. Si se observan estos signos, se debe reemplazar la batería lo antes posible para evitar problemas mayores.

En general, se recomienda llevar a cabo un mantenimiento regular de la batería, incluyendo la verificación del nivel de ácido, la limpieza de los terminales y la inspección visual de la batería, al menos una vez al año. De esta manera, se puede garantizar un rendimiento óptimo de la batería y evitar problemas en el futuro.